domingo, 24 de julio de 2011

La historia de Sam y yo: ¡¡amigas desde pequeñitas!! ♥

Todos (o casi todos) los lectores del blog saben que Sam (Jade) y yo somos ¡¡¡las mejores amigas!!! Sí, bueno, eso viene de cuando éramos pequeñas, de cuando éramos unas enanas :P Jade y yo hemos juntado recuerdos y vamos a contaros nuestra historia. Una es desde lo que yo recuerdo, y otra según Jade, aunque viene a ser lo mismo, pero en fin, si te cansas de leer, sólo leas una, aunque la de Jade es muy divertida...
Érase una vez...
Yo tenía cuatro años, era un día ventoso y estaba haciendo un castillo en el cajón de arena con arena húmeda, pues había llegado a la conclusión de que de esa forma se fijaría mejor. Entonces apareció una niña de pelo marrón oscuro, casi negro, vestida de morado casi de pies a cabeza. Se sentó junto a mi castillo:
-Hola, yo soy Sam.
-Yo soy Alicia.
-Qué castillo tan guay.
-Gracias.
-¿Te ayudo? Sé como nos podemos divertir.
-Bueno... vale.
La niña nueva, Sam, se levantó, se subió al bordillo del cajón de arena y, ¡PLASS!, se tiró sobre mi castillo de arena convirtiéndolo en una montañita de arena. Me quedé en estado de shock durante uno, dos, tres, cuatro, cinco... y en vez de llorar o gritar enfadada, me eché a reír, y reír, y reír, reír a carcajadas. Eso fue realmente extraño en mí, pero no sé por qué, esa niña me había caído muy bien.
-¡Otra vez, otra vez!
-Hagamos un castillo del terror esta vez -propuso Sam.
-Hay que mojar la arena.
-¿Ah sí?
-Sí, así queda mejor. Lo he notado en la playa, cuando está mojada no se deforman tanto.
Sam me miró con una cara extraña durante un rato., pero luego se encogió de hombros y me acompañó.

Érase que se era...
Yo tenía cinco años, casi seis, y andaba por el parque infantil buscando algo divertido que hacer. Me llamó la atención una niña castaña (casi rubia) con un vestido azul oscuro que estaba haciendo un castillo ¡SÚPER guay! ¿Pero cómo? Me acerqué y me senté junto a ella:
-Hola, yo soy Sam.
-Hola, soy Alicia.
-Tu castillo es muy guay.
-Gracias.
-¿Te ayudo a divertirte con él? Sé cómo podemos.
-Bueno, vale.
Esa niña no sabía cuál era mi manera de divertirme con un castillo, pero pronto lo averiguaría. Salté sobre él destrozándolo por completo y reí divertida observando cómo me había ensuciado de arena. Alicia había puesto una cara como si estuviera en shock, pero para mi sorpresa, de repente ¡se echó a reír! WTF??!! ¡Qué niña más rara! Pero me estaba cayendo bien, así que me senté otra vez mientras ella decía:
-¡Otra veeez, otra vez!
-Sí, vamos a hacer otro castillo, pero esta vez uno del terror.
-Necesitamos arena mojada.
-¿Ah sí?
-Sí, así se fija mejor, lo he notado en la playa, porque cuando...
Desde ahí paré de escucharla. Pero cuando creí que había dejado de hablar, me encogí de hombros y la acompañé.

Espero que os hayáis reído... al menos un poquitito ;DDD ¡Adiós! Saludos de Jade.

-Pervinca

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